Buscando el equilibrio

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Siempre lo pienso pero nunca hasta hoy se me había ocurrido hablar de ello, me refiero al equilibrio que una madre ha de encontrar entre ser madre y ser mujer.

Ser madre es la experiencia mas intensa que una mujer puede vivir, adrenalina a tope ante un atragantamiento, emoción sin límites ante una sonrisa sin dientes, dolor increible en el alma ante el llanto desconsolado del niño....indudablemente, la mayor experiencia en la vida de una mujer.

Tengo dos conocidas, dos mujeres, dos madres, ambas en extremos totalmente opuestos. De una de ellas conozco mas de su vida, de la otra apenas conozco lo que se ve por fuera.

Desde que nació el primer hijo de mi conocida hasta hoy, puedo decir que está luchando como una jabata por ganar un premio, el premio a "LA MEJOR MADRE SUFRIDORA", esto quiere decir, que dejó de ser mujer para convertirse en madre. Independientemente de que nuestros cuerpos ya no son los que fueron, no hay que dejarse en el olvido, hay que cuidarse, nos tenemos que querer, debemos encontrar ese espacio de tiempo para cuidarnos, mimarnos. Yo no te digo al principio, pues el tiempo es el que es y no se puede sacar mas partido, pero después es bueno retomar el YO FEMENINO, para seguir gustando a nuestro hombre y a nosotras mismas las primeras. Mi conocida ha envejecido mucho mas de los 8 años que tiene su primer hijo, creo que es un año mayor que yo pero parece mi hermana mayor. Es posible que ella esté genial, pues su felicidad radique únicamente es ver criados a sus hijos, pero me da un poco de pena verla cómo se ha abandonado...Tir opina igual.

El otro caso que conozco desde fuera es a una madre estupenda de la muerte, cuidada hasta el último detalle, no le falta ni una pizca de sombra en el párpado o lapiz de labios, tacones de no te menees, vamos, una madre muy mujer.....pero cuando veo a los peques es cuando caigo en la cuenta de que algo falla. Si tuviera en ese momento un cepillo, peinaba a la niña, la compraría pantalones que la quedaran a su talle y no estiraría mas esos pantalones pesqueros, les combinaría mejor los colores de la ropa, no se, algo no me cuadra.

Intento cuidarme, perder esos kilos que creo que no han de estar ahí sólo por ser madre. Me gusta ir apañadita de peluquería tapándome las canas que me dejó mi segundo embarazo. Hago algo de deporte, además del spining casero. Mis hijos salen de casa lavados, peinados y con su ropa adecuada a su altura y combinada de colores. Quiero que vivan que hay que cuidarse para estar sanos, por eso hacemos actividades deportivas. Me gustan que vean que mamá se arregla como ellos, porque lo que hacemos es lo que les queda y si pueden presumir de mamá, mejor que mejor, ja,ja.. ¿o no?....y si añadimos a que llegando a los 4.0 el yo interior está mas que asumido y querido, con sus virtudes y sus defectos, ¿porqué no llegar al 4.0 estándo por fuera de puta madre?.

Soy una mujer-mamá del montón, intento encontrar ese equilibrio, por eso mismo estos dos extremos siempre me han hecho pensar.....

Un beso equilibrado.