Niños-piedras-cristal roto-hucha

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Maneras de aprender hay muchas, y ésta es una.

Erase una vez un grupo de amiguitos del cole que estaban jugando a tirar piedras a las colegas de clase....¡debía ser divertidísimo para ellos!, hasta que una piedra lanzada por una mano cualesquiera del grupo chocó contra un cristal del cole y lo rompió.....¡andaaaaaaa! glup.

La dire del cole les reunió a los 4 fantásticos, y aunque los que no lo rompieron acusaban al que tiró la piedra, no a lugar, todos eran culpables, cualquiera del grupo podría haber sido. Y lo mejor que pudo pasar es que fuera el cristal y no la frente de alguna amiguita.

Les pidió que llevaran sus huchas al cole y con recelo y vergüenza se las pidieron a sus mamás. Todos los fantásticos las llevaron a expensas de no saber qué iba a pasar con sus ahorros de toda una vida... en particular de uno que yo conozco para ir a Disneyland Paris.

La dire pensó qué podía hacer para que estos muchachos aprendieran la lección de que jugar con piedras no trae buenas consecuencias. Primero optó por decirles que había cogido algo de dinero y devolverles sus huchas, pero claro, ni sabían cuanto había antes, ni sabrían cuanto había ahora. No, esa opción la desestimó, ellos solo con seguir viendo dinerito les bastaba para seguir contentos.

Asi que pensó en otra opción, sacaría el dinero de todas las huchas y se las devolvería vacías.......¡¡¡ no quiero imaginarme qué caras pondrán cuando lo lleve a cabo !!!. Claro está, el dinero volvería a casa de forma secreta en el bolsillo de cada mamá, pero la lección a los 4 fantásticos ya estaría dada.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Un beso.

PD. Puede que el día sea hoy. En comentarios próximos añadiré la experiencia del mi fantástico, ja,ja,ja...