14/10/08

Una de poesía

Es curioso, cuando son bebés queremos que crezcan, pero cuando crecen, una parte interior nos dice que el pequeño que tanto nos ha necesitado, se va. Es ley de vida, que dicen.

Ya se visten solos, ya son más autónomos, pero te das cuenta que ellos te siguen "llamando", porque al igual que nosotros sentimos que perdemos "algo", creo que ellos también.

Un beso.

PD: quiero dedicárselo a mi amiga Paquita "La Loca", porque me ha encantado hoy comprobar que sigue ahí, ...cuando ella decide, pero que sigue ahí. ¡Animo!


¿Qué me pongo hoy?
¿me pongo la sonrisa grande,
los ojos brillantes
y las manos amigas?

¿O me pongo la pena en la boca,
las lágrimas sosas
y el color hormiga?

¿Me vestirás tu, mamá?
Pero cielo, ya eres mayor
Te lo pido por favor
Está bien, pero solo hoy.

Te pondré las gafas rosas
y el rostro bonito,
con una sonrisa que dure
mas allá del infinito.

2 comentarios:

Mar dijo...

Cuantas contradicciones, pero si es cierto que se hecha de menos esa dependencia de nosotros. Poco a poco, son más independientes y es eñal de que se van haciendo mayores y lo estamos haciendo bien ¿o no?

Elena dijo...

Pues sí, así es...hombrecitos y mujercitas del futuro. Por eso ver y tener en brazos a un bebé, despierta en nuestro interior una añoranza muy grande.

Ellos nos siguen necesitando pero a cada edad de una manera. Supongo que llegará ese día en que tu hijo de 40 años, hombre y padre de familia, todavía necesite a su madre...¿acaso no las seguimos necesitando nosotras?

Un beso Mar. ¿donde te has metido estos días?