12/4/10

Una de amistades

Cuando uno da y recibe, todo va bien. Cuando uno da, sigue dando, vuelve a dar y no recibe, te cansas,….. algo muy normal y comprensible.

Veamos, ¿qué es lo más que una persona puede ofrecer a sus amigos?....su casa, su comida, su tiempo, su compañía, en cumpleaños, comidas, cenas, porque sí, porque me apetece verte y charlar contigo más tranquilamente…

Pero si pasados años (sí, sí, años) una se pone a recordar y no le viene el recuerdo de haber sido invitada nunca a esa casa en particular….um...te cansas, definitivamente te cansas de invitar a quiénes a ti no te invitan nunca. No porque tú pienses que eres la Reina de Saba, no porque tú haces para que te hagan, no, … simplemente te cansas.

Sinceramente, cuando nos juntábamos todos pensaba “si yo fuera ella, me daría mucho corte ser invitada al resto de casas amigas y no haber hecho NUNCA ninguna invitación en mi casa….nunca en años”. Pero está claro que no todo el mundo somos iguales. Escusas hay miles, como miles las ganas y situaciones que una puede encontrar si quiere….todo el mundo lo sabemos.

Poco a poco, del “¡que por mí no sea!”, ha pasado a “no invito, porque me he cansado y punto”. Y no hay que enfadarse por ello, sino igual que yo soy consecuente con mi decisión, él/ella ha de ser consecuente con la suya, ni más ni menos.

Las relaciones sociales son complejas. Podemos no vernos en tiempo, no oírnos en el día a día, pero sabemos perfectamente con quiénes podemos contar y con quién no. ¿A que sí?

Así es la vida…

Un beso.

7 comentarios:

Mar dijo...

Mientras las dos aceptéis el quedar en algún sitio que no sea ni en tu casa ni en la suya no hay problema. Pero si el siempre yo llega un momento que cansa.

Elena dijo...

¡Hoy puede ser un día perfecto para vernos! por qué no???, ... no es necesario ningún acontecimiento especial entre amigos, y de lo que realmente te cansas es que en años, ella no haya encontrado nunca ese momento...en fin, así es la vida. Bss Mar.

Larrey dijo...

Os invito a mi casa, que no quede...

laMima dijo...

Me has recordado a esa gente que te pregunta siempre por tus cosas pero que jamás habla de las suyas. Ya sabes, esa que no se confía a nadie y que, al final, genera indiferencia (cuando no desconfianza, claro).
Elena, lo que no sale no sale. No hay más.

Marijose dijo...

Cuando te das cuenta, que normalmente transcurre bastante tiempo, te sientes dolida, tú siempre das y no recibes, nosotros también cortamos (no con los amigos, pero sí con la situación) lo nuestro era muy gracioso nosotros invitabamos a comer en casa y en la suya sólo se tomaba café.

Chus dijo...

No me gusta que digas ELLA, y que cargues sólo bajo su responsabilidad esta circunstancia. Yo creo que es una decisión de ambos, tu no crees qué si él realmente quisiera ver y estar con sus amigos no pondría más empeño?.
Está claro que alas amistades hay que cuidarlas, y no vale decir siempre: "como somos muy amigos no se enfadarán". Si nadie se enfada, simplemente se cansa.
Besos.Chus.

Chus dijo...

No me gusta que digas ELLA, y que cargues sólo bajo su responsabilidad esta circunstancia. Yo creo que es una decisión de ambos, tu no crees qué si él realmente quisiera ver y estar con sus amigos no pondría más empeño?.
Está claro que a las amistades hay que cuidarlas, y no vale decir siempre: "como somos muy amigos no se enfadarán". Si nadie se enfada, simplemente se cansa.
Besos.Chus.