13/4/10

Reproches a mamá

A veces es sólo uno, a veces ninguno, a veces son los dos…..y espero que la última vez que pasó, sea definitivamente la última.

Entiendo que están felices pasándoselo en grande jugando con sus amigos y les joroba mucho que llegue mamá diciendo “¡hora de marcharse!”, pero tienen que aprender a canalizarlo. El que yo lo entienda no significa que acepte el “pollo” que a veces me montan. “¡Tan pronto! …¡pero si solo hemos estado 1 minuto!... ¡siempre tiene que ser lo que tú digas!”.... um, contando 20,19,18,17,16,15…

Según salimos de allí la última vez, íbamos una enfurruñada con los brazos cruzados y moína, el otro contento hablándome de lo que le había pasado con fulanito, bla, bla, …y yo escuchando a uno mirando a la otra. Llegamos al coche y cierra la puerta de malas maneras…uyuyuy, que me parece a mí que aquí se va a armar!!!

Mi tono de voz fue tranquilo, sereno (al principio), intentando hacerles entrar en razón de una forma pacífica, pero según empieza una a decir cosas con un tonito especial y el otro que se anima a la par … ¡amigos míos! ahí tengo que frenarles con un bocinazo porque No Consiento que me reprochen el “poco” tiempo que han estado allí, que no valoren que el que yo estuviera esperándoles sin hacer nada más (con la de cosas que me esperaban en casa), que me digan mandona …..NO, no se lo consiento. Así que lo que empezó de forma tranquila, acabó siendo un monólogo en voz alta.

Es posible que un psicólogo de los de ahora, viese que mi transformación no fuese saludable para mis hijos, pero os aseguro que me sentí muy tranquila al dejarles las cosas bien CLARITAS…una vez roja que no ciento colorada. Estoy convencida de que no ha caído en saco roto y la próxima vez que intenten empezar con su sermón y les mire…(El poder de una mirada ¿recuerdas?)….shh…..

Tienen que aprender a despedirse de sus amigos felices por haber compartido una hora, 2 horas, la mañana o el día entero y no reprochar a mamá de malas maneras, y delante de todo el que está por allí en ese momento, que nos vamos a casa porque es hora de ducha, cena y mañana de nuevo al cole.

Tienen que aprender a valorar lo que tienen y lo que sus padres hacen por ellos, para mí es vital para su desarrollo como buena persona.

… y me duermen felices porque saben que son lo que más quiero, aunque de vez en cuando asistan a monólogos en voz alta, je, je,….

Un beso.

2 comentarios:

Mar dijo...

Totalmente de acuerdo, hay situaciones que hay que cortar de raíz. Más vale un bocinazo a tiempo que lamentarnos luego.

Marijose dijo...

Mi hijo me dice "me molesta que me grites" y yo le digo "no me provoques y no hay gritos". "Hijo me los estás pidiendo, me estás provocando". Paso de psicólogos modernos ¿qué es eso?, ¡ah! pero que tengo uno en casa, que se lo salta todo a la torera. ¿Cuantos oftalmólogos conoces sin gafas, operados de la vista? y ¿médicos de cabecera que no fumen, beban o coman grasas?. Pues eso cuando hay que subir el tono se sube y punto. Con quién tienes que estar tranquila es contigo misma y en algunas situaciones se pasa mal. Que tendrán que nos duele verles cualquier cosa que les pasa.