19/1/09

De excursión a la Peluquería

La experiencia de una sola vez, me dijo que la próxima vez que vaya a la peluquería, iré sola, nunca mas con los peques.

Bueno, pues el otro día volví a experimentar ir juntos, corte para los 3 y tinte para mí. La única vez anterior juntos fue hace tiempo y la experiencia fue regular, mucho estres. Será que nos hacemos mas "valientes" y piensas que ésta vez lo vas a controlar. Preparé la santa NINTENDO y unos LITTLE PETS para que estuvieran lo más quietecitos posible.

Todo empezó muy bien, tinte a mí, y mientras aquello hace su efecto de tapar las canas que el paso del tiempo ha dejado en mi cabeza, corte de la niña y corte del niño. Cuando llegó el turno de él primer aviso, "dame la máquina, es tu turno" "espera, espera, que ya estoy llegando al...." "Aitor, que me des la máquina, es tu turno".."espera, que ya ...." y se la quité sin mas demora. El, rojo como un tomate de la excitación de la carrera, empezó a demostrarme su enfado. Se dejó caer de la silla, empezó (intentó) patalear y ahí empezó la parte con la que quizás yo ya contaba, así que directamente al tema, levantamiento de peso muerto del suelo (24 kg) con su correspondiente charlita bajita al oido. Como su respuesta fue negativa, cachete merecidísimo en el culo y enfado pertinente de mamá. "No te consiento que por una máquina me chilles y menos aún, me armes este espectáculo. Ahora por tonto, te has quedado sin máquina hasta el próximo finde y subete a la silla que te van a cortar el pelo".

Me decía, "no me toques, estás fea, déjame"...muy bajito, pero se le oía bien, y me fui con la niña que seguían con su corte de pelo. La peluquera de él consiguió cortarle el pelo a pesar del entrecejo apretao y los morros de enfado. Cuando me acercaba a verle me decía, "estás fea, déjame" y es que los pelos que nos dejan mientras tenemos el tinte, pues la verdad es que el niño tenía razón, pero lo que más rabia le daba es que yo le decía "pues tú si que estas guapo".

En fin, que la gente de la pelu se reía mientras estuvimos allí. El enfado le duró un poco más, y hasta que terminaron conmigo dió tiempo a que poco a poco se le pasara. Yo estaba bien, tranquila, le ofrecí otras cosas del bolso (que el bolso de una madre ya sabeis que es mágico) y no quiso nada. Le demostré que yo no estaba enfadada con él sino con "esa actitud determinada", así que él, pequeño pero no tonto, está aprendiendo la lección porque a día de hoy el castigo de la máquina sigue. Precisamente hoy vistiéndonos para el cole me pregunta "¿cuántos días me quedan de castigo?" "pues cuenta hijo, Lunes, Martes... el viernes por la tarde se acaba el castigo, pero ya sabes, como me vuelvas a chillar ...." y en ese momento se ha empezado a reir con las cosquillas que le he hecho sobre la cama.

De manera muy sutil (como hacemos las madres), empecé a jugar con él al veo veo y me entró al trapo (¡si es que luego es un buenazo, mi cabezoncín!), que si el juego de la oca con su hermana,.... bien, lo pasamos bien.

A la salida pregunto "¿os habeis portado bien?", él dice "yo, un poco mal" y ella "yo creo que bien". Bueno, pues como os lo he prometido, os compro unas chuches por lo bien que os habeis portado, aunque uno que yo me se, tiene su castigo por el momento que lo hizo mal.

Felices se comieron las chuches y Aitor sabe que le quedan 4 días para volver a jugar con la máquina.

Recordemos: Pequeños sí, tontos no. Saben que se les ama con locura, pero hemos de enseñarles a comportarse ante los demás. El cachete me picó la mano, imagino que a él su culo. Las pataletas se las corto de raiz y yo me siento muy tranquila de que estoy haciendo lo que creo que está bien, empezando por él mismo....Tirso me dice, ¿tú te imaginas a éste con 15 años, si no le cortamos esos comportamiento con 4?... y es que hay niños con dos pares de cojones muy bien puestos, y uno es mi hijo, aunque sabe perfectamente que mamá también los tiene y más grandes que él.

Este temita trae cola, aunque respeto a quién no lo vea igual que yo. Después toca oir eso de "fíjate, con 3 años y es que no puedo con él"... en fin, allá cada cual.

Un besote.

3 comentarios:

Mar dijo...

Pues si, la verdad que a veces es mejor cortar de raíz. Es cierto que para nuestros peques que son inquietos es toda una superación poder estarse “quietecitos” más de cinco minutos, pero ellos ya van aprendiendo y saben diferenciar si lo que hacen está bien o mal. Bueno, para consuelo de Aitor la semana pasará rápido y el viernes recuperará su apreciada Nintendo.

Dudu dijo...

Lo primero de todo darte la ENHORABUENA!!
Mantuviste la calma y el control de la situación. Aitor aprendió la lección y encima entretuviste al resto de la clientela de la peluquería...je,je,je,

P.D. Aitor tenía razón, con el tinte en la cabeza, guapas, guapas, no estais mucho...

Se me olvidaba que un día me lo preguntaste. Felicidad es mi hermana y el blog lo compartimos.

Elena dijo...

Dicen que los niños y los borrachos dicen la verdad,... pues sí, Aitor tenía razón. Cuando me lo lavaron le pregunté (el seguía enfadado) ¿a que ya estoy guapa? NO, SIGUES FEA...en fin.

MariPau se portó como una señorita. ¡Es un cielo de cría! después me he dado cuenta de que no he hablado de ella.

Si es que el que me da historias para contar es mi amigo, Pau es un bombón de cría.

Un saludo a tu hermana, tiene que ser un show cuando se junten los primos eh?????

Un beso a Sabina y para tí.