Primerizos y Secundizos

Quitando alguna excepción (que haberla haila) creo que esto se da en general.

Todos tenemos grupos de conocidos, amigos, vecinos y/o familiares, donde algunos son padres primerizos y otros somos actualmente secundizos (quizás esta palabra no exista, pero yo me entiendo).

Existen diferencias entre unos y otros, los unos porque tienen la gran experiencia de ser unos, y los otros, porque ya fueron unos y ahora ven y actúan desde la perspectiva de ser del grupo de los otros.

La vida no se ve igual, al menos yo no la veo igual, no actuamos con nuestros hijos de la misma manera, no proteges a tu nuevo hijo con un paraguas por una gota que caiga del cielo por si se moja, no dejas de darte una ducha porque tu bebé tiene un berrinche.

Algo ha cambiado en nosotros, en nuestro enfoque hacia lo que rodea al niño. De repente ves lo que SÍ es importante a la hora de mantenernos firmes y también donde NO hay que ser tan serio..... ser de los otros, te hace tomarlo todo más relajado, ¡ojo! sin relajar un ápice lo que de verdad se lo merece, dándote cuénta a veces de lo tonta que fuí aquella vez que.... o qué lista creía que era cuando...... sencillamente, se es primerizo.

1º Estamos mucho mas tranquilos con la llegada de este nuevo bebe. No es algo desconocido, es mucho mas trabajo, pero también somos más organizadoras, más resolutivas, no nos podemos permitir el lujo de dormirnos en los laureles.

2º Observamos por primera vez la ley de la selva, cuando nuestro segundo bebé lucha, pelea y busca su lugar en el territorio comanche de su hermano, donde el pobre antes vivía a sus anchas y ahora ambos han de encontrar su espacio. Eso se hace a través de enfados, llantos, algún manotazo y/o tirón del jersey y mucha, mucha complicidad. No es que el segundo sea malo, es que ésto es lo que tiene la ley de la supervivencia en la selva, nada mas.

3º Por muchas cosas que queremos enseñar a nuestros hijos, hay cosas que sólo un hermano puede enseñar. El tiempo, el cariño, los besos y abrazos de mamá y papá se comparten, la espera para contar lo que hoy ha hecho en el cole, la picaresca para llevar a tu hermano pequeño a tu bando para poner su peli preferida, los cuchilleos para hacer una trastada sin que mama se entere, el chivateo, los enfados tan necesarios como el mejor de los juegos, la falta de atención de los padres ante una pelea de hermanos (se supone mientras no haya sangre, je,je...) ¡solucionar vuestros problemas! y es que cuando son dos en casa, no podemos (por tiempo y porque entendemos ahora que no es bueno para ellos) dedicarles esa excesiva atención que se dedica cuando es uno solo. Es mi punto de vista.

He sido dos años primeriza y llevo casi 5 de secundiza, y cuando rebobino en mi memoria veo esta diferencia de la que hablo. He vivido situaciones comprometidas entre amigos de ambos modelos, donde cada uno veía de distinta manera el enfoque de aquel padre o bla, bla, bla.....una vez le dije a un primerizo "cuándo seas secundizo, me cuentas", y es que por donde yo voy tu vendrás, el camino es el mismo para tí y para mí.

Por eso, a veces, te viene por la mente aquella frase de ¿...y ahora qué?...pero solo en tu mente, se supone que todo hacemos memoria de vez en cuando de nuestro pasado. Nada mejor que tu propia experiencia para hacer un bagage por tu vida paternal.

Por cierto, me encanta ver a mis hijos juntos, ahora que van creciendo, comparten juegos y diálogos muy graciosos. Como buenos hermanos se pelean entre ellos, pero ¡amigo! como yo regañe a uno, aparece el otro a defenderlo ipso-facto. Son la leche.

Un beso.