Llegó el buen tiempo y empezamos a sufrir cuando entramos en nuestro coche si ha estado un buen rato al sol. Sientes que entras en un hornillo. Bajas corriendo las ventanillas y agradeces ese jaleo de aire que se monta con tal de bajar la temperatura interior del coche. ¡Hasta las hebillas de anclaje están quemando!. De eso quiero hablaros.
Cuando mis peques eran bebes, siempre tenía un cojín bien grande encima de sus sillas cuando estaban vacías. Absorbían el calor del sol a través de las ventanas, les daba sombra a las sillas y protegían a las hebillas de no calentarse mucho, ya que a veces estaban en contacto directo con la piel del bebé. Incluso el respaldo de la propia silla quema si no pones algo que lo evite.
Yo te lo recomiendo, a mí me fue bien. Ahora son grandes y si la espalda quema, pues que se echen un poco para adelante como yo. Poco a poco se va enfriando todo el coche y podemos estar más cómodos.
Un beso protegiendo a nuestro bebé del sol dentro del coche.
3 comentarios:
tomo nota de lo del cojín!!!
es que por corto que sea el viaje, llega chorreando de sudor el pobre...
Despues de tanto frío... ahora nos toca quejarnos del calor!!! jejejeje
Eiii que pienso yo en ponerme tb un cojín...que los mayores tb nos quemamos...y unos guantes para cogere el volante que abrasa..
Besos!!!
Ya ves si quema y si encima no tienes aire como en mi caso ya ni te cuento, a buscar la sombrita.
También venden unos protectores para las sillas de los peques, que cuando son pequeños vienen de muerte.
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