El día a día "normal" de unos padres ya tiene tarea, guarde, cole, llevar y recoger, parque y extraescolares, médicos y fiebres, deberes y juegos... añade la casa, la compra y la ropa a todo esto.
La rutina (aunque sea cansada y repetitiva) solo se valora si la pierdes, como casi todo en esta vida. Ya conté cuando operaron a Pau con 3 años de una Pleuritis (encharcamiento de pus en el pulmón, derivado de una grave neumonía), que nuestra vida dejó de tener su rutina. Fue una larga temporada en el hospital, un bebé con una abuela, yo sin dejar sola a mi hija (por decisión propia), el papá iba y venía a ver al otro hijo, hacía algo por casa... son momentos en donde valoras poner una lavadora a las 10 de la noche, o preparar la ropia limpia mientras ellos se cepillan los dientes... ¡bendita rutina!, era lo que yo decía cuando nuestra vida, gracias a Dios, volvió a la normalidad.
Tengo una amiga de la cual he hablado en un post anterior, a razón de la llegada de su tercer bebé cuando los médicos les aseguraron que ya no podían quedarse embarazados. Su segundo, Raúl, le ha dado unos sustos de aúpa y es que han tardado mucho en diagnosticarle lo que le pasaba (para darle la dosis de medicina que necesita), pero al final lo han hecho...el peque es epiléptico e hiperactivo. La historia gorda empieza cuando el tercero, Marcos, con 4 meses, se queda "como muerto" en brazos de la abuela y viendo que aquello no era un sueño normal, intentaron despertarle pero no reaccionaba... al 112 corriendo... mi amiga recibe una llamada de su hermana mientras va de regreso a su casa después de trabajar, "no corras, pero se han llevado al niño al hospital"..¿cómo está Raúl?..."no, si no es Raúl, es Marcos"... me pongo en su piel y es para morirse, del susto, del disgusto... Marcos también es epiléptico.
El otro día me contaba que cuando va a los distintos médicos, ya no sabe si habla de uno o del otro, y es que el agotamiento de no dormir bien desde hace mucho tiempo y el propio estrés de la situación, hace auténticos estragos.
Pa'lante! como ella dice, no tengo tiempo de pensar qué ha pasado, simplemente hay que seguir pa'lante.. ¡pues claro que sí!, pero en mi fuero interno no dejo de pensar que ha sido una putada que le pase esto a los peques.
Si de por sí el día a día "normal" de unos padres es duro, para ellos y para tantas otras familias con distintas vicisitudes, mucho más. ¡Chapeau por todos ellos!
Un beso especial para ella y para David.
6 comentarios:
Si existiera Dios no debería permitir enfermedad grave alguna antes de la treintena...
Una vez me dijeron: "Ojala no nos mande Dios lo que somos capaces de soportar".
Independientemente de las creencias de cada cual, lo que es cierto es la capacidad de adaptación y de sufrimiento del ser humano. Capacidades que se multiplican por dos en el caso de las madres.
Mucha fuerza para ella y los peques!!!!
Es curioso lo diferente que se ven las cosas desde dentro o desde fuera.
Lo verdaderamente cierto es que nunca sabemos hasta donde somos capaces de llegar....este es un magnífico ejemplo.
Eso sí, estoy con Larrey: si existiera Dios hay cosas que no deberían existir. Nunca
Elena, dales mucho ánimo a tus amigos...y diles...(esto te lo digo de verdad)...que aveces los médicos se equivocan..y probablemente se curen (ya lo verás...)
Pues si hay que reconocer que si ya de por si el día a día de unos padres es duro, si a esto le unes cualquier tipo de alteración todo se complica mucho más. A mi no deja de sorprenderme estas cosas y cuando no puedo más siempre pienso en algún conocido que sé que lo tiene mucho peor y me digo a mi misma que no me puedo quejar.
En mi caso tengo una amiga con fibromialgia que muchas veces necesita ayuda para vestirse y tiene un peque de 6 años y la tenéis que ver luchar con el peque y vestirle cuando a ella la han tenido que vestir y es que a nuestro alrededor hay mucha gente que día a día realiza autenticos esfuerzos. Y otra con 3 niños, el mayor bien, la mediana con tres años un día empezó a darse cabezazos y dejó de interactuar y es autista y el pequeño igual que la mediana pero a los dos años y medio aunque a el no le han diágnosticado todavia autismo puro. En serio que es para ver la paciencia y amor que derrochan esos padres, llorar han llorado mucho pero siguen luchando por sus hijos y haciendo cabriolas con los horarios de trabajo, la mami dejço de trabajar y el padre o trabaja de mañanas o de noches para poder ayudar a su mujer.
Aunque estoy de acuerdo con Larrey y pensé lo mismo cuando trabajçe en un Colegio de EE, ver a niños de 1 y 2 añitos en sillas de ruedas y sin poder expresarse uffffff y pensé lo mismo que él ÿ de verdad hay un Dios que permite esto?
Tremendas historias de esfuerzo, dedicación y coraje.... Inma, un besote para tí y para tu santo gordo gordo.
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