Puzle de 100 piezas

Lo celebramos casi como quién mete un gol, oe, oeoeoeeee, oeeee, oeee, y es que no todos los días haces tu primer puzle de 100 piezas.

Todo lleva su proceso y su tiempo, y por supuesto, su edad. Desde pequeños, les compramos cosas que les estimulen, para que aprendan y se entretengan. Pinturas, cuadernos para pintar, libros cuyos animales se mueven si tocas una pestaña de cartulina, voces de niños si presionan un botón... y los famosos puzles.

Nosotros empezamos con los libros puzles. Cuentos de toda la vida donde 6 piezas grandotas de puzle forman una imagen del cuento conocido. Por casa han pasado Pinocho, Blancanieves y alguno de profesiones de los papás.

Un día reparé en otro puzle de 25 piezas de cartón, pensé que les costaría pero me equivoqué, no tardaron mucho en hacerlo, y era complicado ya que no había de donde copiarse. Hubo y hay varios de esos aún por casa. Cuando los hicieron muchas veces me pedían que les trajera mas puzles, que esos ya "los controlaba" (me decía Aitor).

Así que hace unos meses les traje 3 de la Abeja Maya de 49 piezas, pensando que con éstos iban para rato. Tanta pieza en la mesa de estudio, alguna por el suelo, daba para estar entretenido durante una buena parte de la tarde....cuando de repeten ¡ya está, lo he hecho!....¿ya? fue mi respuesta, y sí, ya lo había hecho.

Así que como me pedía otro me propuse comprarle uno de 100 piezas, y lo encontré de madera. Es una foto de todos los personajes de la película Toy Story, y ayer, entre los dos hermanos, después de que Paula el día de antes lo empezara sola, lo terminaron juntos (mamá algo ayudó, pero no creo q me necesiten para la próxima vez que lo hagan), y lo celebramos dandonos la mano (corro) y dando vueltas ¡lo hemos conseguido! ¡hemos hecho un puzle de 100 piezas!....

Aitor miraba hacia arriba sonriendo, con una caída de párpado como cuan chulito piensa ¡es que acaso te creias que no podía ¿eh?..... así que sí, su primer puzle de 100 piezas lo hicieron ayer, bueno, y lo deshicieron para guardarlo, que esa es otra. Cuando hacen uno no quieren romperlo, pero al final consigo convencerles de que la próxima vez lo harán más rápido.

¿El próximo de 500?....madre mía, iré preparando una mesa exclusiva para estas manualidades por si acaso.

Un beso y buen finde.

El silencio en casa

Cada casa lleva un ritmo, un ritmo acorde a los hábitos de la familia y a las características de sus miembros.

Hay familias donde los peques duermen poco, y aún a las 11 de la noche están con ellos en el salón. Otros sin embargo son muy dormilones, y hay que correr para cenar pronto porque si no, acaba pudiendo el sueño al hambre. Y hay una gran mayoría que están en la media, los peques que se van a dormir de 9 a 9:30 de la noche.

En casa madrugamos porque vamos al cole a las 7:50 a desayunar, con lo que la sesión de besos y arrechuchos para desperezarnos empieza a las 7:15. Esto, añadido a que son dormilones, osea, que han de dormir mínimo 10 horas (11 si incluyo la siesta de 1 hora que Aitor ya no se echa en el cole), rebovinando hacia atrás, hace que estén en la cama a las 8 de la tarde y cenando a las 7.

Se que parece pronto pero es lo que hay en mi familia. La tarde se hace corta, lo se, pero tratamos de sacarle el máximo provecho. Da tiempo a tomar una merienda, hacer algo de deporte, repasar con Paula lectura y sumas, y aún queda tiempo para hacer algún puzle.

Lo mejor, que en casa se hace el silencio a las 8:30 como muy tarde. Es la hora de poner lavadoras, tender la que puse anoche y aún está dentro. Recoger el tendedero, preparar bocatas y mochilas del cole, sacar la ropa limpia para mañana, dar "un aire" al suelo y los baños, .... para después sentarte en el sofá a cenar con tu chico y charlar algo del día o ver juntos en silencio algo en la tele......y después, ¡quién sabe!.

La verdad es que da gusto verles durmiendo prontito, sobre todo oirles dormir, je,je,...

Un beso.

Una tutoría

Después de la tormenta, viene la calma. Otro punto de vista es sano, una opinión de docente es necesaria para entender e interpretar actuaciones de nuestros hijos.

El otro día volvía al trabajo mas tranquila, y ello fue gracias a la tutoría que tuve en el cole.

Intercambiar opiniones, entenderlas y respetarlas, es necesario para crear un buen entorno a nuestros hijos. No somos docentes, al menos yo no conozco de libro los pasos de un niño, la experiencia es otro cantar, ahí cada uno tiene la suya, pero es bueno saber en qué momento está nuestro hijo dentro de su fase de crecimiento, no físico, sino mental.

También nuestras reacciones parten de nuestras propias experiencias, y como se suele decir, por "defecto profesional" así actuamos (mi reacción al otro día). De veras me gustó compartir un ratito con la tutora de mi hijo.

Aitor es un tío majo, cabezón, pero buena gente. Cuando vamos por la calle y se cruza con alguién de clase, oigo ¡¡Aitor, Aitor!! con un entusiasmo tal, que hace que piense que éste cabezón se gana a sus amigos, y es que como es tan grande, yo creo que le tienen de "patriarca", ja,ja....

En fin, que momentos de alteración con nuestros hijos tenemos y seguiremos teniendo, pero no por ello merma un ápice nuestro amor por ellos. Ellos son nuestro mayor tesoro.

Un beso.

Contra la Pornografía Infantil

Hoy, día Universal del Niño, me sumo a la iniciativa que en su día propusieron Bloggeros, en poner un post en nuestro blog, rechazando la Pedofilia y la Pornografía Infantil.

Pongo este enlace de otra mamá, cuyo blog sale en el 20minutos, y es completo, completito.

http://blogs.20minutos.es/madrereciente/post/2008/11/20/los-blogs-contra-pornografaaa-infantil

Mi mas sincero rechazo a estos cabrones,...¡que se la corten!

Una de machitos ibéricos con 4 años

El viernes pasado fue la fiesta de la castañada del colegio y allí estuve disfrutando con mamás, seños y niños de unas castañitas asadas y unas charlas animadas.

Sin querer dar al tema un sobreprotagonismo, que en verdad no lo tiene, sí quiero poner el énfasis que al menos a mí me merece. Me refiero a lo que ví, a 3 machitos ibéricos (entre ellos mi hijo) abordando a otro peque de más edad, pero distinto, ...quiero decir, especial. Este es un tema que me colma, ya lo he hablado en posts anteriores, y es que Carlos, mi hermano, es sindrome Down y me rebelo con estas injusticias mucho, mucho.

Hemos tenido temita el fin de semana. Alto, claro y tajante. Espero haya tomado buena nota y lo aplique, porque si no es así....... nos volverá a ver, a su padre y a mí.

Que sí, que son críos, que ya, que lo sé. Pequeños sí, tontos no. Saben perfectamente quién es el fuerte (ellos) y quién es el débil (el otro). Lo que presencié (porque parece ser que nadie mas vió, bueno, otra mamá amiga sí, pero no era mamá de ninguno de esos niños), fue un acoso total por parte de los 3 gallitos de pelea al otro niño.

Cuando llegué los críos corrían por su patio, jugaban, alguno se estaba peleando (normal) con otro por algún juguete, pero de repente veo que con palas de cubo de playa en mano, mis 3 machitos empiezan a dar en el culo al otro niño mientras se ríen de él. El, cabizbajo, no logra tapar todo su culito con su manos para no recibir más palazos.......¡me cagüen .......!! allí que voy, voces para los 3, "NO, eso no se hace" . El niño se resguarda en mí mientras los 3 machitos se ríen, (con la mirada fulmino a mi hijo), "que no se te ocurra repetirlo", le digo.

Mientras vuelvo a mi lugar junto con el resto de mamás, hablo con Mar, la mamá amiga, y se lo cuento, cuando de repente veo el efecto rebote, allá van de nuevo al ataque los 3 haciendo un círculo al niño, mientras él de nuevo cabizbajo se tapa de nuevo el culito....y recibe un palazo fuerte de uno de los amigos de mi hijo. Salimos las 2 madres corriendo, pero corriendo. Yo no se si me miraba su padre, pero prometo que la voz que le dí a éste amigo de mi hijo, no fue bajita, "NO". Me fui a por Aitor que se reía junto al otro, le enganché y pronto la risa se le quitó de su cara.

Pequeños sí, tontos no. Cosa de críos sí, futuros macarras no. Ante esta situación ¡¡me lo como!! y no a besos precisamente. No se lo que otros padres opinan de esas conductas, pero yo, como responsable de mi hijo, hay cosas que no le tolero, y ésta es una de ellas.

La entrada al Colegio

Llevo días cambiando la rutina de la mañana. En parte creo que está bien y en parte echo de menos hacer la antigüa. Y yo me pregunto "¿alguien me quita de hacer la antigüa?....no, nadie, solo yo".

La historia es muy sencilla. Cuando llevo a los niños al cole sobre las 7:55 minutos de la mañana, dejo el coche cerca de la zona peatonal por la que se accede al colegio, allí hay una puerta que se abre para los niños y niñas que van a desayunar al comedor que pilla al lado. Mas tarde, esa puerta se cierra y se abre la oficial, la grande, para que el resto de escolares entren al colegio.

Me gusta entrar con ellos, da tiempo a hablar un poquito más entre nosotros, entramos y les ayudo a quitarse los abrigos, los cuelgo yo, también cuelgo sus mochilas y repaso el pelo de paula que se ha despeinado un poco.... en fin, que me despido con un beso, q tengais buen día y allí los dejo felices. Están con sus amigos esperando a desayunar y mientras, juegan con puzles o pintan o simplemente hablan, comparten cromos....a veces, cuando me doy la vuelta después de colgar el abrigo, ya no están a mi lado y tengo que ir a mendigarles un beso, y es porque cambiaron el chip en cuanto entramos por la puerta. Están en el cole y allí mamá mucho mucho no pinta... en fin, que a veces me ha ocurrido irme sin beso y decirles adios, mientras ellos ya están hablando de cromos (aitor) y de la nosequé de barbie que se ha llevado paula para enseñar a su amiga....en fin, que me voy......

Y últimamente, me despido junto al coche. Nos damos el beso, "que tengais un buen día" y cuando entran al comedor, todos levantamos la mano con un adios. Imagino que se quitan su abrigo, lo cuelgan, también la mochila y se pondrán a hablar con sus amigos. Se que lo hacen y lo hacen bien, y si el abrigo se cae, pues mañana pondrán mas atención para ponerlo bien en la percha.....quiero decir con esto, que es bueno demostrarles que empiezan a ser mayores y han de ser responsables de sus cosas.

Paula, aún siendo la mayor, durante días me preguntaba "¿es que llegas tarde al trabajo?, no hija, pero te despido aquí y te veo entrar, tú tranquila, que hasta que no entres mamá no se va".... por el contrario Aitor no solo nunca me preguntó, sino que fue mi impulsor a cambiar de hábito. Un día que caminaba con ellos, dijo: "vete, si sabemos ir solos"..."no,no" decía Paula, y mirándoles dije: "venga, que os vea lo mayores que sois que entrais solitos al cole"... así que tuve cara de satisfacción en él, pero cara de enfado en ella.

Hoy van bien, los dos. No hay preguntas ni caras largas. Pero aún pienso, que quizás sea yo la que añoro entrar con ellos, pienso que perdérmelo (cuando puedo) es triste, porque llegará el día que no pueda hacerlo. En fin, es un pensamiento interno cuando nuestros peques crecen y tú, sentada en la oficina, haces un vagaje de tu día a día con ellos......nada más.

Un beso.

¡Inocentes!

Estamos en el salón de casa los 3, Aitor, Paula y yo hablando.

Aitor: "Quiero que me compres un traje de karate como el que tiene Aaron"

Mamá: "Una cosa, como los reyes están cerquita ¿porqué no se lo pides a los Reyes Magos?"

Aitor: "No, a los Reyes no que queda mucho, yo lo quiero ahora".

Paula: "¡Tonto! que si se lo pides a los Reyes a ellos no les cuesta dinero y a mamá sí."

Mamá (osea, el Rey Melchor, pensando): "ja,ja,ja,....."

Un beso.

Domingo de Sierra

Ayer Domingo fue un día de sierra, de nieve, de aire puro y senderismo. Subimos a la laguna de Peñalara junto con otra familia muy amiga, Carlos y Sara y sus papás.

Llegamos sobre las 11 y poco, el día estaba abierto, hacía sol pero no hay que descuidarse, hacía frío, mucho frío. Empezamos todos juntos pero como el camino fue estrechándose y no todos andamos igual de rápido, el grupo se fue estirando, de modo que en cabeza iban los varones, padres con Carlos (7) y Aitor (4), y atrás a nuestro trantran, entre parloteo y descansos para ver el paisaje (con su pertinente foto), las mamás con Sara (3) y Paula (7).

No hay que salirse del sendero marcado una vez estés llegando a la laguna, todo nevado, precioso, pero nosotras 4 dentro de nuestro sendero. Aitor y Carlos, al cuidado de sus padres, estaban por donde querían, corriendo, hundiéndose en la nieve hasta la rodilla, disfrutando como enanos (de eso no me cabe la menor duda), pero ahí las madres entran en acción, voces, reproches a los padres, regañina a los niños y es que una vez más, demostramos que no somos iguales.

Las mamás son más aburridas, cortan mucho de hacer cosas divertidas como meterse en la nieve hasta la rodilla, quitarse el abrigo porque como están sudando y tienen calor....."pues no corras tanto". Y mientras los padres son los buenos, los guays. ¿Para quién es el niño que se pone malito si cogen frío? para las mamás, por eso a veces somos aburridas, plastas, lo que querais, porque antes de tener la historia un final de apiretal, preferimos cortarles un poco esa diversión. Somos previsoras ante acontecimientos donde sin ser las protagonistas, sí seamos actores de 1ª.

Mientras comíamos unos bocatas en la laguna (con un aire frío) Aitor me miraba. Cerca de él estaba mi amiga y le preguntaba ¿q te pasa? nada, él no decía nada, pero me miraba y es que cuando no se encuentra bien, buscan a su aburrida mamá para que les consuele, les caliente, su mirada me hablaba y me necesitaba.....en esos momentos papá pasa a 2º plano (no pretendo ofender pero es la verdad), mamá me entiende, mamá me mima, necesito a mi mamá. Fuí hacia él y le cogí, nos apartamos un poco del resto, le cogí sus manitas heladas, se las calenté entre las mías, le besé, le abracé, le dí crema en los labios cortados del aire, le subí la cremallera, un poquito de agua y ya está,.....de nuevo estaba bien.

Y es que a veces no existe una necesidad grande, tangible, es otra necesidad y sus ojitos me decían que necesitaba de mí, de "su aburrida mamá".

Un beso.

La gelatina rota

¡Volvemos a la carga!, ya decía yo que desde Agosto que fué la última, iba demasiado bien..... y claro, ¡ya tocaba!.

A veces pasa rozándome, con algo de molestias pero nada más, en breve se marcha.

Otras veces no me avisa y decide quedarse conmigo mas menos 1 semana. Es tediosa, dolorosa, me hace sentir impotente....

Pero hay otras donde llama a la puerta, entra, pero no con los dos pies, sino con uno, ni allí ni aquí.... y en esas ando ahora mismo.

Ayer llamó a mi puerta y aunque no suelo abrirla agusto, pasó, entró, pero como dije antes, un pie dentro y otro fuera.

Esta invitada a la que nunca invito es la LUMBOCIÁTICA.

Desde ayer ando tomando Ibuprofeno, manta caliente en las lumbares, reposo por la tarde (cuando hay un rato libre) en la cama, andando patihueca, parece que voy a poner un huevo ......total, que mañana me parece a mí que me voy a quedar en cama, porque o me lo curo bien o puedo seguir andando patihueca durante días.

¡¡dichosa Hernia Lumbar!! cagüen en el que me hizo la bromita de la funda del mastil.

Los peques lo conocen de otra manera, y es que les conté que la gelatina que hay entre las vértebras a mí se me ha roto y se ha salido de su sitio. Así que cuando me ven mal, me dicen ¡pobre mamá! es la gelatina rota ¿verdad?......

Paula dice que de mayor va a ser masajista para curarme...¡me la como!

Sergio, un peque con sindrome down

Mis hijos tienen un tío con Sindrome de Down, Carlos, mi hermano. Es una vivencia muy especial para ellos.

Ayer estábamos sentados cenando con nuestros amigos Carla y Quique, cuando pasó un papá con un pequeño con sindrome down. En cuanto le ví me hizo sonreir, era precioso, pero lo más curioso para mí fue ver que Paula me miraba sonriendo y en bajito me dice "es como el tío Carlos..", "sí Pau sí".

Sergio tiene 3 años y es precioso. Me puse a hablar con el papá, de mi edad o más pequeño, y es que los niños con sindrome down no son necesariamente hijos de madres mayores (Carlos nació cuando mi madre tenía 29 años). Luego vino la mamá y me contaron que es mellizo de otro niño normal. Hablamos de la estimulación que es para Sergio su hermano, de cómo el hermano le vé más pequeño porque aún no controla el pis, o porque aún no habla...Sergio tiene la gran suerte de ser para su hermano un igual, uno mas, y para sus padres un orgullo, el papá estaba encantado con él.

Les pedí si podía acercarme a él y le achuché y le besé y me emocioné, era una miniatura de mi hermano Carlos, el cuello cuadrado y pequeño, los ojitos achinados, las manos gorditas, no hablaba pero sí gesticulaba todo. Yo les conté que mi hermano es metódico, muy metódico, cualquier cosa que le saque de su jornada predispuesta, no le gusta. Y es que en general ellos son iguales, también son un poco vagos y hay que insistirles para que hagan algo, y ahí la mamá me lo confirmaba, porque Sergio es vago para hablar, total, le entienden por gestos.....

Supongo que al igual que mis padres, esos jóvenes lucharan lo indecible por su hijo, pero llorarían mucho también cuando la dura realidad les vino a visitar al hospital. También tuve un recuerdo para las anmiocentesis que me hice......un recuerdo a los momentos en que me cuestioné hacérmela, el porqué.... y si me dijeran lo que nadie quiere oir,...¡qué hacer!......

Forma parte de mi pasado y gracias a dios no he tenido que llorar más de lo que lloré.

En un post anterior hablo del tema de la anmiocentesis, y es para hacer debate del tema.

Y tú ¿te la harías?

Un beso

7º cumpleaños

Celebramos su cumple, por fín llegó su día. Estaba radiante, nerviosa, contenta, ilusionada con los regalos que iba a recibir....no lo podía evitar.

Lo pasó en grande en las bolas, no tanto por las bolas como por pasar la tarde con todos los compas de clase. Las bolas se convirtieron en 2º de Primaria del CEIP Rosalía de Castro. Fue exclusivamente para ellos.

Al día siguiente quedamos para celebrarlo con una amiga, otro día con otros amigos.... con una simple mirada entre nosotras, ella sabe que aunque desea saber qué le han regalado no hay que tener prisa, nada de pedir, nada de preguntar, tiene que esperar el momento en que se lo den.... pero teníais que verla, me miraba, sonreía, miraba a la mamá amiga, le sonreía, se iba, volvía.... y es que no lo podía evitar, es una niña.

Al despertar el día "C" de cumpleaños, tuve que ponerme a barrer un poco por la habitación de Aitor, ya que amaneció su alcoba con bastante "pelusa"... y es que ya son conscientes de la situación y de quién iba a recibir regalos y felicitaciones e iba a ser la protagonista del día.

En fin, que en Febrero lo mismo tengo que barrer por la alcoba de Paula, ¡quién sabe!

Un beso.