9/3/11

Un chubasquero cuando no llueve

De adultos, es más fácil admitir un error y asumir las consecuencias… (bueno, no a todos les es fácil), pero lo que sí está claro, es que es mucho más fácil que desde la perspectiva de un niño.

¿Quién no ha hecho una trastada en casa y ha intentado echarle la culpa al hermano o al primo o al vecino de enfrente?. No, no era fácil saber que ibas a recibir un bronca y/o castigo de tu madre.

Ahora lo vivimos al revés. Somos nosotros quienes echamos el chaparrón de palabras con castigo (o no). Ahora nos toca enseñarle a nuestro hijo, que ha de asumir su responsabilidad y no echar “pelotas fuera”. ¡Qué fácil lo vemos ahora!. No está de más echar una mirada al pasado y volver a revivir aquellos maravillosos 7, 8, 9… años. Puedo entender que me echen “pelotas fuera” una vez, quizás hasta dos veces me puede hacer gracia, pero que me lo digan siempre…. no, va a ser que siempre no.

Hay niños que por su forma de ser, admiten con tranquilidad su fallo y saben pedir perdón de una manera natural. Escuchan lo que se les dice y asumen que se equivocaron y ya está. Pero están los otros peques, aquellos que no admiten nunca que ellos son responsables del enfado de la seño en clase, del enfado del profe en la extraescolar, del enfado de papá aquí o del enfado de mamá allá….nunca, ellos nunca hacen nada, siempre es por culpa de otro y eso…. eso me enfada más todavía.

Cierto es que a veces, las cosas no las hace uno solo, sino con los colegas y pudiera ser que ésta vez te tocó a ti pagar el pato….bueno, pudiera ser. Pero cuando te das cuenta de que su actitud es siempre igual y cuando has visto que en esta ocasión y en aquella otra, no había nadie, sólo estaba él…. entonces me da mucha rabia que siga y siga insistiendo en que él no tenía la culpa….”es que papá…”, “es que fulanito…”, ”es que mi hermana …..”, ”es que tu ….” …¡vale!, ya vale….

Lo de ponerse el chubasquero y que le resbalen las responsabilidades de sus actos, es todo uno….y no, no quiero que tenga esa actitud. Clarito se le ha explicado y no una, sino varias veces que así no debe ir por la vida. De tonto tiene poco y sabe perfectamente lo que pasa a su alrededor, aún así, él lo intenta por si cuela…. ¡pero ya ves corazón!, no cuela.

Vivimos junto a ellos sus experiencias e intentamos guiarles por el buen camino, sin olvidarnos que son niños y que aún queda mucho camino por recorrer. Ellos son buena gente, solamente hay que estar “al quite” en esas cosas que uno considera que es mejor cambiar. Es un auténtico trabajo, a veces agotador, pero es nuestra responsabilidad el andar junto a ellos, al menos así lo siento yo. No hay que rendirse ni cansarse de estar ahí, aunque haya días y situaciones en las que uno se puede llegar a desmoralizar.

Después nos tocará vivir su adolescencia, su juventud y volveremos a revivir de nuevo, aquellos maravillosos 13-18 años….ayssss ¡qué tiempos!....o ¿no fueron tan buenos?....je,je,…

Un beso bajo mi responsabilidad.

3 comentarios:

Larrey dijo...

el título no es correcto, Elena, llueva, vaya que si llueve cuando papá viene con el ceño fruncido...

Dudu dijo...

Mucho ánimo, que marcar el camino es cansino

Elena dijo...

Chicos, pues cuando crecen...+ y+ y+ y+