13/10/10

Mamá no es perfecta

Para los ojos de nuestros hijos somos perfectas. Tenemos siempre de todo, sabemos qué necesitan, qué quieren, somos simpáticas, amables, les damos miles de besos…. pero a pesar de todo esto, lo reconozco… yo no soy una mamá 10.

Quizás esa madre ejemplar nunca se enfada y si es así, es capaz de controlarse para no chillar …  yo no.

Quizás esa madre ejemplar es capaz de repetir lo mismo 10 veces en el mismo tono de voz que la primera vez …. yo no.

Quizás esa madre ejemplar no tiene cambios hormonales una vez al mes que le hagan cambiar de humor…. yo no.

Quizás por eso mis hijos me reprocharon que a lo largo de la semana pasada les levanté la voz y les chillé más de la cuenta …. ups!!.

Me impactó mucho oírlos quejarse de mí. No es algo habitual en ellos, como tampoco es habitual en mí estar de mal humor y con poca paciencia. No me gusto nada cuando estoy así, ¡claro que no! … pero he de aceptar que además del lado bueno, también tengo un “lado oscuro”, je,je,…,

Quizás tú sí seas una mamá 10 … ¡cuéntame tu secreto!.

Un beso en paz, tranquila y con carga de paciencia para otro mes.

4 comentarios:

Larrey dijo...

Soy un papi 10. ¿El secreto? cuando no lo eres (muchas veces) saber pedir perdón.

Elena dijo...

Larrey, sé y pido perdón, pero también sé que el daño ya le he causado... por otro lado ellos, los peques, han de vernos humanos como ellos, y que también tenemos días malos...aysss, me alegro mucho de que tú seas un papi 10.

Dudu dijo...

Efectivamente los papas/mamás somos seres humanos, aunque a veces no lo parezca. Y también tenemos problemas, bajones, escaso tiempo personal y nos cansamos. Es inevitable. No te plantees si eres 10 o 5, lo importante es el amor. Que tu les quieras y ellos te quieran.
Luego el día a día es muy variable. Yo en una misma tarde tengo momentos de echarme a llorar y comérmelos a besos a otros momentos en los que me pregunto por qué cojones no me los comí antes.
Se me olvidaba, mi secreto, son tres. Tener cervezas frias en la nevera, ansiolíticos en el botiquín y estar apuntado en un gimnasio. Dependiendo el día cuando ya no doy más de si, recurro a uno de mis secretos. O me tomo una cerveza sentado en el sofá y paso de todo (excepto peligros vitales), o me enchufo un ansiolítico y en cuarto de hora suave suave o se los doy a la mamá (¡aqui tienes a tus hijos!) y me largo a soltar adrenalina en la elíptica.

Elena dijo...

¡oye!..tomo nota de tus secretos...ahora que lo pienso, el mío es que se acuesten a las 21:00...entonces llega la paz a mi ser, ja,ja,ja,..bueno, mejor dicho a mi oido. bss